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Es muy importante conocer los tejidos y los órganos del hombre. Y quizas sea razonable dirigir nuestra curiosidad primero hacia nosotros mismos. Pero, ¿por qué no preguntamos algunas cosas sobre los seres que viven en nuestro entorno? Un pez, una rana, por ejemplo. ¿son de verdad tan diferentes si los observamos en el microscopio? Pues bien, muchas personas se asombrarían si supieran que el músculo de un pez o de una rana saltarina es casi idéntico a uno nuestro o que el tejido que forma la columna vertebral de un tiburón lo tenemos también nosotros en las articulaciones. Al fin y al cabo la teoría de la evolución nos explica que peces, anfibios y reptiles son nuestros antepasados lejanos. Antepasados que se han adaptado al medio de manera distita y que, por consiguiente, tienen algunas cosas diferentes. Aquí con esta nueva serie de preparaciones se presentan las branquias con las que un pez abosrbe el oxígeno del agua, los glóbulos rojos de la rana (que poseen un núcleo, a diferencia de los nuestros), las glándulas de veneno de la piel de la salamandra y muchas cosas más.
m.c. = muestra completa; s.t. = sección tansversal; s.l. = sección longitudinal.
Incluye 10 portaobjetos y cubreobjetos.